EL
MUNDO DEL TIEMPO DE CRISTO
¿Cómo era el mundo
donde nació Jesús el Señor?. El pensamiento dominante era el Griego-Romano.
Comencemos por describir ese mundo desde el punto de vista religioso: El culto
de las grandes mayorías era el politeísta, adoración a muchos dioses; entorno a
estos había un sacerdocio organizado, templos, altares, imágenes, ritos y
sacrificios y también había toda una industria, comercio, economía y fuentes de
empleo.
En lo político: La
religión era el factor de unidad nacional, la religión era doctrina de estado y
de gobierno. En cada una de las plazas tenían un lugar alto y una estatua a la
que se le presentaba sacrificio floral como ofrenda, esto de acuerdo al
platonismo griego.
La religión estaba
protegida por leyes de estado y por los cuerpos de seguridad. La religión
creaba costumbres protegidas por las leyes, actividades lícitas, como la
prostitución idolátrica y la prostitución como servicio público, el sodomismo,
el vicio y la violencia como recreación. Ir contra esto era considerado
ilícito, pues muchas de estas actividades democráticas funcionaban bajo decretos
presidenciales del César. Había libertad de culto, siempre y cuando el culto no
vaya contra las costumbres democráticas. Era permitida la magia, la astrología,
la hechicería y todos los poderes ocultos y prácticas ocultistas estaban
legalizados. Pagaban sus impuestos, ayudaban a la economía nacional y recibían
la protección del estado y las leyes.
El mismo estado tenía
su propio culto a los emperadores, a os
héroes y a los próceres; habían panteones de este tipo de dioses ídolos civiles
y militares a quienes se les realizaban sacrificios en ofrendas florales y se
le ofrendaban himnos de alabanzas a los héroes. El sentimiento patriótico; allí
estaba mesclado con el espíritu religioso, hecho idolatría nacional y mundial con
carácter oficial, ordenada por la ley y por decreto de la presidencia. Hablar
contra estas costumbres idolátricas era delito contra el estado y contra las
leyes de Roma. A ningún ciudadano romano le era lícito recibir o hacer
costumbres contrarias al culto patriótico idolátrico nacional en cuanto suponía
ir contra las leyes y contra los decretos del César.
En cuanto a lo social:
Prostitución, vicio, violencia y otros constituían parte de la economía en lo
referente a fuentes de empleo; era muy alto el número de mujeres dedicadas a la
prostitución. El vicio constituía la esencia de la vida, aquello que le da
sabor a la existencia, por lo que el vicio se suponía una industria y un
comercio rentable, creciente e incentivado como política de estado; El estado romano
era altísimo consumidor de alcohol, un mundo borracho.
Estamos describiendo
una sociedad prostituida, corrompida, caracterizada por el libertinaje llamado
“libertad o mundo civilizado”, modas que promovían la desnudez. Por otro lado
era una sociedad materialista, lo material significaba toda última intención
religiosa o social, estamos hablando de una sociedad con un alto índice de
delincuencia e inseguridad, de egoísmo, de odio social y discriminación
socio-económica, una sociedad al parecer todo menos humana.
Todo esto producía una
realidad de inestabilidad política y social pues había quienes querían cambiar
la realidad por otra de justicia, paz y dignidad; otros
vivían y hacían su fortuna con esa realidad fundiéndose en esa realidad
por interés personal (la gran mayoría). Y el estado necesitaba tener de su lado
a la mayoría; por esta razón no solo se colocaba del lado de la mayoría, sino
que mediante leyes procuraba parecerse a esa mayoría, estado corrupto, vicioso,
prostituido y libertino. Cualquier mensaje contrario a esa realidad resultaba
odioso, retrógrado, rebelde, peligroso, desestabilizador o revoltoso.
Aquello era un mundo
funcionando al revés, donde todo lo que para nosotros es malo era bueno, y,
como era bueno criticarlo era malo, por eso la idea de un mesías libertador de
todo esto bueno le resultaba a oídos de ese mundo la mayor tontería, propia de
una religión de fanáticos revoltosos, enemigos de la paz social y del gobierno.
¿Cómo estaba Israel en
este contexto? – Influenciada, democratizada, romanizada, por eso la idea de la
llegada de un mesías era vista por el alto clero judío mas como un problema,
como una preocupación, que como una solución; porque un mesías solo podía traer
una sola cosa…. Problemas con Roma. Para esos momentos, serios problemas
económicos, inestabilidad política social y económica. Para Israel el peor
momento para la llegada del mesías era en el gobierno mundial democrático de
Roma. Un gobierno que podía tolerar el judaísmo siempre que le pagara el
impuesto y se respetara la democracia; No atacando la idolatría del estado, el
culto a las estatuas. El alto clero judío había pactado con Roma la paz
cómplice.
Israel era por
conveniencia el mayor defensor de la democracia, era un Israel en parte
platónico, políticamente pagana, identificados con la doctrina política pagana,
con el platonismo democrático republicano. Estoy presentando una Israel
políticamente apóstata, su rey no era Dios sino César.
En medio de aquel Israel apóstata había quienes
resistían la apostasía, esperaban al mesías y rechazaban la democracia como
modelo de vida y seguían viviendo Teocráticamente, eran el remanente fiel e la
simiente santa de Dios.
El sistema democrático
era una permanente tentación para la simiente santa. Roma utilizaba el deporte
y la farándula (Teatro) como poderosos instrumentos para fomentar la idolatría,
creando ídolos deportivos y artísticos, ofreciendo premios y gloria a éstos
ídolos para hacerlos poderosos ejemplos que inciten a la imitación, adoración y
fanatismo; la gran mayoría judía era fanática del deporte Greco-Romano, de los
artistas; ellos eran uno con la Bestia en el espíritu idolátrico, su judaísmo
era solo un rito exterior, costumbre ancestral, actos mecánicos, en todo lo
demás estaban llenos de costumbres Greco-Romanas.
Las profecías y todo
el modelo de vida santa era interpretado desde los intereses democráticos de
aquella sociedad, nunca antes se había levantado en el mundo un sistema de vida
mas atractivo que la democracia, era tanta la libertad que en el contraste con
el sistema divino, este último llegó a ser entendido como una carba, como un
yugo opresor impuesto por un Dios duro y cruel con su pueblo. Pero con la
democracia, servir a Dios no era ya una carga, pues se podía servir a Dios
viviendo cada quien a su manera, y no a la manera de Dios.
En lo político había
una hegemonía democrática por parte de Roma, el sistema romano iba siendo
impuesto a cada pueblo conquistado por el imperio. El mundo romano fue un mundo
democrático, ¿Por qué un mundo democrático? Porque el derecho romano tenía
validez y poder en todo el imperio, el cual abarcaba tres continentes: Europa,
Asia y África.
El mundo del tiempo
del Señor Jesús es un mundo de relativa paz, Roma imponía su paz a los pueblos
dándoles lo que ellos aspiraban tener: desarrollo y prosperidad. El que quiera
saber cómo era Roma, nada mas tiene fijarse en lo que hoy es Estados Unidos de
América. Roma era la aspiración de todo pueblo, de toda persona, ser romano era
algo codiciable, viajar a Roma era el sueño de todo hombre o de toda mujer.
Roma había llegado a ser mezcla de razas y culturas; pero no solo eso, la moda
romana era la moda de todo el mundo de su tiempo. El idioma latín era como el
idioma inglés hoy día, de él se derivan una serie de lenguas: latinas,
italiano, francés, portugués, español, etc. Todo lo que era de Roma era imitado
en todo el mundo, y este último era en si la gran Roma, la humanidad toda
romanizada, hecha prostituta, hecha bestia y abominación a Yahweh.
Desde el 168 a.c.
hasta el 476 d.c. comprende el tiempo del cuarto reino descrito en el libro de
Daniel (7:23). El gobierno mundial de la cuarta bestia, según la profecía de la
imagen de Nabucodonosor y de las cuatro bestias, en ese espacio de tiempo se
cumpliría la llegada del mesías libertador de la humanidad, ¿Libertador de
qué?- del poder imperial de Satanás en la tierra, concretamente su doctrina
jurídica, política y social, la cual es toda en forma y esencia idolatría y
maldad; para poner fin al pecado del mundo primero tenía que poner fin a la
fuente del pecado: La idolatría. La
salvación pasa en primer lugar por la liberación, por eso a Jesús el Señor hay
que recibirlo primero como libertador, segundo como salvador y en tercer lugar
como rey; y todas estas misiones interactúan juntas, dependiendo una de la
otra. Es imposible recibirle como salvador y al mismo tiempo no hacerlo como
Rey, pues salvador y rey actúan juntos. El que es salvo no se gobierna a si
mismo, ni es gobernado por otro sistema que o sea los mandamientos del Rey Cristo
el Señor. El que es gobernado por el rey Cristo Jesús es libre y salvo. No hay
salvación bajo Roma, no se puede ser fiel a la bestia y a Cristo al mismo
tiempo, La cuarta bestia es el poder anticristo.
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